Para empezar quiero aclarar que todos mis argumentos y anécdotas en esta entrada son propias, son mi experiencia. Empecemos:
Comencé a teñirme el cabello desde los 13 años, no sólo por seguir una moda y querer probar nuevos estilos y colores. Todo comenzó a raíz de que mi cabello natural tiene 2 tonalidades, castaño claro y mechas colorinas (medias color cobre) y para rematar mis cejas eran más negras que los pensamientos de kiko cuando quería hacerle una maldad al chavo. Esto produjo que me sintiera incómoda a lo largo de mi pre- adolescencia, porque existían los comentarios mal intencionados de niñas y niños de mi edad de que yo me tenía y no era nada natural; así que un día cansada de las burlas compre un tinte de color negro y le pedí a una tía que me ayudara a teñirlo, esta no fue mi mejor idea porque al mes mi cabello había vuelto a ser del mismo tono. Así que dije, bueno probare con colores artificiales y para que les miento, me quedo gustando y pase de verdes intensos a azules, morados y rosados, claro solo tenía de medios a puntas porque en el colegio me prohibían hacer de las mias, hasta que llegó el día dónde impuse mi temida rebeldía y teñi toda la parte inferior de mi cabeza y la decolore con agua oxigenada y le puse un color calipso. Yo me sentía genial tenía 2 colores en mi cabeza y uno de ellos lo había escogido.
Pero con el tiempo fui madurando y aceptando mis cejas y mi cabello así que fui dónde la peluquera y corte todo el cabello teñido, y si, quede como un hombre, con cabello corto por más 2 años, pero valió la pena porque saque todo el pelo que había maltratado y quemado.
Moraleja: acepta tu cuerpo, acepta tus facciones, acepta tu físico, que si no lo haces tu no lo hará nadie.
Gracias a esta experiencia pude conocer los puntos buenos y malos de ciertos productos, los cuales decidí probar no sólo en mi cabeza (solo por curiosidad) así que más adelante les entregaré mi opinión sobre los decolorantes, Shampoo, tinturas, aceites, cremas de peinar y más. 😊